Comprender las potencialidades de las técnicas empleadas para identificar un nanomaterial, manejar los equipos usados en este proceso e identificar las mediciones que se pueden obtener en la escala de lo nanométrico es fundamental para estandarizar y regular el mundo de lo diminuto.
Estos conocimientos fueron impartidos en el taller “Caracterización de nanomateriales usando usando técnicas espectroscópicas, microscopía electrónica y de fuerza atómica”, ofrecido por especialistas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic).
El curso, dictado durante dos sesiones teóricas – prácticas, estuvo dirigido a profesionales de diferentes áreas involucrados en los procesos de medición y regulación de la nanociencia y la nanotecnología.
“La intención es que todos los que trabajan con la nanociencia manejen un mismo lenguaje técnico y unifiquen criterios para establecer las normas que regularán la actividad en el país. Esto permitirá un intercambio y fortalecimiento de los conocimientos en nanotecnología”, destacó la investigadora del Ivic y una de las organizadoras del encuentro, Wendy Rondón.
Entender cómo se identifican las propiedades y funciones de un material de este tamaño garantiza el diseño de una reglamentación adecuada en el uso de los nanomateriales, explicó la investigadora del Ivic y también organizadora de la jornada, Gema González. “Dimos una introducción al potencial de las herramientas que se emplean para que los asistentes se familiaricen con los métodos, protocolos y equipos y así puedan certificar los procesos”, determinó.
El taller forma parte del proyecto binacional Cuba – Venezuela “Bases para el desarrollo de una nanotecnología sustentable en la República Bolivariana de Venezuela y en la República de Cuba aplicada a necesidades en salud, energía y ambiente ”, que pretende generar una normativa para estandarizar la actividad y uso de los nanomateriales. Para ello, se han tomado como modelo al laboratorio de Microscopía de Fuerza Atómica y de Química Analítica del Ivic, que funcionarán como centros de referencia en la materia.
El avance de la nanociencia y la nanotecnología en el país implica el desarrollo de estas áreas del conocimiento en condiciones óptimas de seguridad. A pesar de que en la literatura no se han reportado hasta el momento mayores riesgos asociados a su uso, todavía se desconoce el efecto que algunos elementos a escala nanométrica pudiesen tener sobre la salud y el ambiente.
“Nuestra misión es determinar y cuantificar qué tan contaminante o riesgoso pueden ser estos materiales para establecer los rangos en los que se debe trabajar con ellos, cumpliendo con la trazabilidad internacional y nacional”, indicó el participante en el taller y coordinador de Promoción de la Metrología del Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos, Keismer Silva.
La información suministrada en el curso también fue de utilidad para el personal que labora en el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” presentes en la jornada, pues entre sus tareas cotidianas se cuenta la revisión y control sanitario de medicamentos que se valen de esta tecnología.
Evaluar todas las implicaciones de la nanociencia permite dibujar un mapa nacional más específico acerca de la utilidad de este conocimiento y sus aplicaciones. “Al ser una tecnología relativamente nueva en el país tenemos que conocerla a fondo, a fin de garantizar la salud y seguridad de quienes trabajan en esta área”, precisó la coordinadora de Líneas de Investigación del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral, Tibisay Rangel.
Fuente: Boletín Informativo BITÁCORA/IVIC - Foto Marie Fuzeau