miércoles, 18 de febrero de 2015

El legado científico de Humberto Fernández Morán


Maracaibo, 18 Feb. AVN.- Hace 91 años, en el Hospital Chiquinquirá, situado en el antiguo barrio El Saladillo de Maracaibo, nació Humberto Fernández Morán, científico venezolano, fundador del actual Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) e inventor del bisturí de diamante, utilizada en todo el mundo para la microcirugía.
Fue el 18 de febrero de 1.924, cuando Luis Fernández Morán llevó hasta la sala de parto del hospital a Elena Villalobos, quien daría a luz al niño que a los 15 años ingresó a la Universidad de Munich, en donde obtuvo el título médico cirujano Summa Cum Laude.

A los 20 años regresa a Venezuela donde revalida su título de médico en la Universidad Central de Venezuela, para luego volver a Maracaibo como médico del Hospital Psiquiátrico, hasta 1946, cuando decide estudiar neurología y neuropatología en la Universidad de Washington.

Ese mismo año conoció en la Universidad de Princeton a Albert Einstein, quien le recomendó al joven de 22 años que estudiara en la Universidad de Estocolmo en Suecia, donde Fernández Morán obtuvo la licenciatura en biofísica, la maestría en biología celular y genética y, en 1951, el doctorado en biofísica.

Innovador

Comenzó sus investigaciones en microscopía electrónica en los laboratorios del Instituto Nobel de Física y en el Instituto de Investigaciones Celulares y Genética del Instituto Karolinska.

Durante su período en Suecia inventó la cuchilla o bisturí de diamante que le permite a científicos de todo el mundo hacer cortes ultrafinos de tejidos biológicos e incluso de muestras lunares, como ocurrió cuando Fernández Morán participó en el proyecto del Apolo 11 de la Nasa.

El zuliano desarrolló el concepto de crioultramicrotomía (utilizando bajas temperaturas), que más tarde lo llevaría a inventar el criomicroscopio electrónico.

Logró observar a nivel casi atómico la estructura de complejos sistemas biológicos en estado hidratado y a muy bajas temperaturas, lo cual hasta ese entonces se consideraba improbable.

En 1953 firmó su trabajo La cuchilla de diamante para seccionado ultrafino, como investigador del Instituto Karolinska de Estocolmo y del Departamento de Biofísica de la Universidad Central de Venezuela, de cuya cátedra fue fundador en 1951.

Para 1954, casado con Anna Browallius y dos hijas fruto de su matrimonio, regresa a Venezuela donde el 25 de abril de ese mismo año funda, en Los Altos de Pipe, estado Miranda el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), hoy Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), con más de 70 laboratorios de investigación, proyectados para 27 edificios que ya en 1955 estaban construidos.

El 13 de enero de 1958 se le pidió aceptara la responsabilidad como ministro de Educación, que ejerció apenas 10 días, pues el 23 de ese mismo mes fue derrocado el gobierno de Marcos Pérez Jiménez.

Fernández Morán fue expulsado del país por el nuevo gobierno, que no miró nunca hacia este hombre que dedicó su vida a la ciencia y a la investigación.

Honores

Fue reconocido con el Premio Jhon Scott por la cuchilla de diamante, reconocimiento antes otorgado a Jonas Salk por la vacuna antipoliomielítica; a Marie Curie, por el Radio y sus propiedades; a Thomas Edinson, por la lámpara incandescente y a Alexander Fleming, por el descubrimiento de la penicilina, entre otros.

Fernández Morán fue investigador principal del Proyecto Apolo 11 de la Nasa en los Estados Unidos, país que le propone ser nominado al Premio Nobel, el cual rechaza, puesto que para la nominación debía aceptar la ciudadanía norteamericana, la rechaza para mantener su nacionalidad venezolana.

En su país natal ocupó el Sillón XXVI de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela y fue designado en su honor el Departamento de Biología Estructural Humberto Fernández Morán, creado en 1997 por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Después de su muerte, ocurrida en Estocolmo el 17 de marzo de 1999, el Gobierno Venezolano pidió a la familia de Fernández Morán traer sus restos al país y también conferirle los respectivos honores por su obra, pero no fue posible. Sus restos fueron cremados y sus cenizas reposan hoy en su segunda patria, Estocolmo, Suecia.

Fuente: AVN 18/02/2015