jueves, 14 de mayo de 2015

Manejo de residuos orgánicos del Ivic para beneficio del medio ambiente


¿Sabías que además del plástico, el papel y el vidrio, las conchas de las verduras producidas en tu cocina, los restos de podas y los excrementos de algunos animales domésticos como las vacas, los conejos, las cabras y los caballos se pueden reutilizar?

Todos estos elementos con el trato adecuado se pueden aprovechar a favor de la recuperación del medio ambiente. Especialmente de los suelos que han perdido parte de sus nutrientes, producto del uso y abuso de monocultivos más la acción contaminante de algunos productos químicos usados en la agricultura.

Los estiércoles de los animales, los residuos de podas de árboles y algunos desechos orgánicos provenientes de conchas de cambur, auyama, papa, zanahoria, yuca entre otros, pueden ser procesados en compost para la elaboración de abonos orgánicos, ricos en nutrientes como nitrógeno, oxígeno, fósforo y potasio que permiten una recuperación acelerada de los suelos y plantas.

Como parte de una iniciativa autosustentable y amigable con el medio ambiente que lo rodea, el Instituto Venezolano de Investigaciones científicas (Ivic), a través de la Unidad de Reciclaje y el Centro de Ecología, se encuentra desarrollando desde el año 2012 un proyecto integral de manejo de residuos orgánicos producidos en la institución, para su propio beneficio.

“La intención era hacer un sistema integral de residuos orgánicos producidos aquí, con restos de poda, estiércoles de los animales criados en el bioterio y los desechos orgánicos producidos en el comedor”, puntualizó la jefa de la Unidad de Reciclaje del Ivic, Carla Alcester, quién además se refirió a esta iniciativa como una oportunidad para ser coherente con su línea de trabajo encargada de buscar un trato más amigable con la naturaleza y el medio ambiente.

Adicional al tema del reciclaje, los especialistas están ejecutando un proyecto de formación agroecológica, el cual consiste en la creación y administración de un pequeño huerto familiar de 800 m² dedicado al cultivo de frutas, verduras, hortalizas, plantas ornamentales y la cría de algunos animales como conejos y gallinas.

En primera instancia, la iniciativa propicia la familiarización de la población con la posibilidad de generar al menos parte de sus alimentos, comentó el especialista en cofisiología vegetal del Centro de Ecología, Francisco Herrera.

El proyecto incluye la construcción de una escuela agroecológica, que estaría beneficiando tanto a la comunidad ivicense que realiza estudios afines, como a la comunidad en general.

Herrera afirma que buscan abrir espacios de aprendizaje e intercambio de saberes, en los cuales se siga enlazando el conocimiento científico con la comunidad. Pretenden ir más allá de la diversidad de los cultivos estableciendo una importante diversidad de relaciones humanas e intercambios importantes en este tema.

Por su parte, Alceste define la agroecología como una manera de vivir manteniendo un estilo de vida que rinde una especie de tributo a la naturaleza, en el cual siempre prevalece una actitud de respeto y parte de lo que se extrae de ella se vuelve a retornar. Leidy Martínez

Fuente: Boletín Informativo BITÁCORA/IVIC
Fotografía Marie Fuzeau