Cuando en 1970 se creó el Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), ya en el mundo se hablaba de problemas ambientales asociados con la actividad humana. En aquel entonces, la población mundial era de 3.600 millones; hoy en día, 45 años después, existen más de 7.000 millones de habitantes y los retos son aun mayores.
Los ecólogos del futuro tienen la compleja responsabilidad de prepararse para afrontar los efectos irreversibles del cambio climático, tales como la contaminación, pobreza, plagas agrícolas, pérdida de biodiversidad y baja productividad de los suelos.
Son ellos quienes, como generación de relevo, “deberán asumir grandes retos para lograr grandes resultados. El Centro de Ecología del Ivic es un puntal del país, así como lo son los espacios afines en las diversas universidades de Venezuela”, explicó el director del Ivic, Eloy Sira Galíndez.
Durante el acto conmemorativo del cuadragésimo quinto aniversario del Centro de Ecología, Sira aplaudió sus numerosas contribuciones “que tienen que ver con aspectos esenciales para la vida del ser humano: ambiente, calidad de agua, suelo, semillas y bosques, porque se trata de preservar el planeta”, dijo.
Ecología es uno de los centros de investigación del Ivic a los cuales acude frecuentemente el Ejecutivo Nacional en busca de asesoramiento. “Es un músculo que le permite al Estado contar con una opinión científica de calidad. Han hecho un trabajo extraordinario y han marcado una huella que la historia no podrá esconder”, precisó.
La investigadora emérita del Laboratorio de Ecología de Suelos del Centro de Ecología del Ivic y conferencista invitada a la celebración aniversaria, Gisela Cuenca, dejó saber el papel desempeñado por esa dependencia. “Nosotros enseñamos la necesidad de crecer y formarse y el posgrado ha sido un éxito absoluto; cada vez hay más estudiantes y nos debemos sentir orgullosos de eso”, expresó.
Bases sólidas
El Ivic fue doblemente pionero en el país en lo que al estudio de seres vivos, sus interrelaciones y el entorno se refiere.
De sus entrañas surgieron las primeras investigaciones -convertidas en tres laboratorios- en las áreas de biología marina, ecofisiología vegetal y fisiología de animales acuáticos; además, inauguró el primer posgrado en Ecología de toda Venezuela en 1975.
En la actualidad, está formado por siete laboratorios y tres unidades de apoyo, enfocados en biología marina, ecofisiología, ecología de poblaciones, taxonomía, conversación de la diversidad biológica, entre otras líneas de interés. Mucho ha variado desde que Gilberto Rodríguez, en 1963, fundara el antiguo Departamento de Hidrobiología, precursor del moderno Centro de Ecología.
“Es un punto de referencia vanguardista en ecología del Neotrópico, tanto en investigación como en docencia, que ha tenido un enorme crecimiento. Hoy contamos con más de 40 estudiantes de posgrado en Maestría y Doctorado”, aseguró el jefe del Centro de Ecología del Ivic, Astolfo Mata.
Hasta el jueves 4 de diciembre, se mantuvo en el Instituto una exposición de carteles con los múltiples proyectos en desarrollo.
Múltiples han sido los aportes del Centro de Ecología desde sus inicios. Destacan, por ejemplo, la constitución de una red de parcelas permanentes de los bosques venezolanos en Amazonas, específicamente en San Carlos de Río Negro, con la colaboración de científicos de Alemania y Estados Unidos y el aval de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), dentro del Programa del Hombre y la Biosfera (MAB).
De igual manera, se estableció el Centro Internacional de Ecología Tropical (Ciet) en conjunto con la Unesco; se ejecutó satisfactoriamente el convenio con la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization (Csiro) de Australia para analizar la dinámica poblacional y el control biológico del sapo grande Bufo marinus; y recibió el Premio Sultán Qaboos (MAB-Unesco) por contribuir con la preservación y adecuado manejo de los recursos naturales y del ambiente.
Testigos y protagonistas
Honrado de pertenecer al Laboratorio de Biología de Organismos del Ivic se mostró el estudiante de doctorado, Hugo Rodríguez. “El Centro de Ecología es reconocido a nivel mundial y las actuales líneas de investigación son correctas porque se orientan al cambio climático y tiene un gran aporte que hacer en materia de productividad agrícola”, dijo.
El joven se encuentra analizando el impacto del cambio climático sobre los metabolismos del colibrí. Para ello, evalúa tres localidades: la zona seca del estado Sucre, los bosques nublados altos del estado Mérida y el ecosistema igualmente de bosque nublado del Ivic.
Una muestra de ese y otros estudios puede ser consultado en el Libro de Resúmenes, elaborado por Ediciones Ivic en el marco del XLV aniversario del Centro de Ecología, disponible en www.ivic.gob.ve/edicionesIvic.
De acuerdo con el investigador emérito del Laboratorio de Ecofisiología Vegetal, Ernesto Medina, dicha publicación “ha sido un éxito y ahí se revela que se están haciendo trabajos de gran importancia para el país”.
Medina ingresó al Ivic en 1970, poco tiempo después de haberse fundado. Proveniente de la Universidad Central de Venezuela (CV), fue convocado por Gilberto Rodríguez junto con los investigadores Jorge Rabinovich, Rafael Herrera y Francisco Herrera, convirtiéndose “en la base fundamental del Centro de Ecología inicial. Me siento muy agradado”, manifestó Medina.
Fuente: Boletín Informativo BITÁCORA/IVIC